Nuestra retroalimentación.

      Al compartir nuestras experiencias,  notamos grandes similitudes, como la ansiedad y miedo frente al inicio de la etapa de práctica. A la vez sentimos felicidad por comenzar algo de nuestro agrado.

              Esto nos permitió reafirmar el sentido de vocación, no obstante, hubo casos que nos marcaron enormemente, por diversas  situaciones de algunos estudiantes.

              Sentimos que gracias a nuestra preparación estamos capacitados, sin embargo, consideramos que es necesario la adquisición de nuevos conocimientos, para saber sobrellevar algunas situaciones adversas que se presenten dentro del contexto en el cual nos desempeñaremos como docentes.

 

                  También vivimos experiencias gratificantes, las cuales nos impulsan a continuar luchando por el objetivo que nos planteamos a diario.

                   Sin duda estos matices, forman parte de la misión que nosotras decidimos vivir.

                   Reflexionamos en torno a nuestra labor, la cual no  sólo implica enseñar, sino que aprender de nuestros estudiantes, logrando una significativa retroalimentación. 

                    Gracias a la diversidad de contextos, pudimos apreciar cada una de las áreas, en las cuales podremos desempeñarnos y con ello poder visualizar a grandes  rasgos, el contexto en que se inclinan nuestras preferencias laborales.

                    Que agradable es comenzar así nuestro camino, en el cual tendremos momentos en los que tropezaremos, pero también en otros, que avanzaremos velozmente, y en ambas situaciones sin duda siempre tendremos un paso firme.